SANTISIMO CRISTO DE LAS BATALLAS
Autor.- En la actualidad se desconoce el autor de esta imagen del Señor Crucificado, pudiéndose atribuir a un maestro de la escuela castellana, concretamente salmantina del Barroco español.
Fecha de ejecución.. En la actualidad se desconoce la fecha exacta en la que fue tallada esta imagen del Señor, pudiéndose datar como una imagen realizada a finales del siglo XVII, o en el primer cuarto del siglo XVIII.
Técnica.- Imagen de bulto redondo, tallada y policromada en madera, al que se añaden postizos como cuerdas para simular las venas de pies y manos, cera para simular la sangre que mana de la herida del costado o la cabellera de pelo natural y la corona de espinas.
Ciclo de la Pasión.- El Monte Calvario.
Momento de la Pasión.- Cristo ha muerto en la Cruz, su costado ha sido abierto por la lanza del centurión romano, para certificar su muerte. El cuerpo, sin vida de Jesús, espera el momento de ser descendido de la Cruz.
Evangelio.- Juan 19, 32 - 36
Cofradía.- Cofradía del Santísimo Cristo de las Batallas.
Fecha de fundación.- 1992
Templo de culto.- Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción.
Templo de salida procesional.- Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asución.
Jornadas de procesión.- Noche del Miércoles Santo - Procesión del Silencio.
Noche del Viernes Santo - Procesión de los Pasos.
Localidad.- Piedrahíta (Ávila)
Los judíos entonces, como era el día de la Preparación, para que no se quedaran los cuerpos en la cruz el sábado, porque aquel sábado era un día grande, pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y que los quitaran. Fueron los soldados, le quebraron las piernas al primero y luego al otro que habían crucificado con él; pero al llegar a Jesús, viendo que ya había muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados, con la lanza, le traspasó el costado, y al punto salió sangre y agua. El que lo vio da testimonio, y su testimonio es verdadero, y él sabe que dice verdad, para que también vosotros creáis. Esto ocurrió para que se cumpliera la Escritura: «No le quebrarán un hueso»; y en otro lugar la Escritura dice: «Mirarán al que traspasaron».
Juan 19, 33 - 37